Un mes más tenemos libro para leer.
Esta vez añado una reseña sobre el mismo de la escritora María Dueñas:
"Acabo de leerlo y aún estoy impresionada. Es tan tierno y tan cautivador....Me atrapó desde la primera página, con que sencillez mezcla lo cotidiano con lo melancólico, lo convecional con la originalidad de cada existencia..."
¡Felices Pascuas!
Esta vez añado una reseña sobre el mismo de la escritora María Dueñas:
"Acabo de leerlo y aún estoy impresionada. Es tan tierno y tan cautivador....Me atrapó desde la primera página, con que sencillez mezcla lo cotidiano con lo melancólico, lo convecional con la originalidad de cada existencia..."
¡Felices Pascuas!
El balcón en invierno de Luis Landero:
Asomado
al balcón, debatiéndose entre la vida que bulle en la calle y la novela
que ha empezado a escribir pero que no le satisface, el escritor se ve
asaltado por el recuerdo de una conversación que tuvo lugar cincuenta
años antes, en otro balcón, con su madre.
«Yo tenía dieciséis años, y mi madre cuarenta y siete. Mi padre, con cincuenta, había muerto en mayo, y ahora se abría ante nosotros un futuro incierto pero también prometedor.».
Este libro es la narración emocionante de una infancia en una familia de labradores en Alburquerque (Extremadura), y una adolescencia en el madrileño barrio de la Prosperidad. Es también el relato, a veces de una implacable sinceridad, otras chusco y humorístico, de por qué oscuros designios del azar un chico de una familia donde apenas había un libro logra encontrarse con la literatura y ser escritor. Y de sus vicisitudes laborales en comercios, talleres y oficinas, mientras estudia en academias nocturnas, empeñado en ser un hombre de provecho. Pero dispuesto a tirarlo todo por la borda para ser guitarrista, y vivir como artista. Y en ese universo familiar de los descendientes de hojalateros, surge un divertidísimo e inagotable caudal de historias y anécdotas en el que se reconoce la historia reciente.
«Yo tenía dieciséis años, y mi madre cuarenta y siete. Mi padre, con cincuenta, había muerto en mayo, y ahora se abría ante nosotros un futuro incierto pero también prometedor.».
Este libro es la narración emocionante de una infancia en una familia de labradores en Alburquerque (Extremadura), y una adolescencia en el madrileño barrio de la Prosperidad. Es también el relato, a veces de una implacable sinceridad, otras chusco y humorístico, de por qué oscuros designios del azar un chico de una familia donde apenas había un libro logra encontrarse con la literatura y ser escritor. Y de sus vicisitudes laborales en comercios, talleres y oficinas, mientras estudia en academias nocturnas, empeñado en ser un hombre de provecho. Pero dispuesto a tirarlo todo por la borda para ser guitarrista, y vivir como artista. Y en ese universo familiar de los descendientes de hojalateros, surge un divertidísimo e inagotable caudal de historias y anécdotas en el que se reconoce la historia reciente.
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